La mujer mexicana a través de la historia y la política

 La participación de las mujeres en el desarrollo del país tiene una larga historia que ha sido poco documentada. 

Aún y cuando ha habido participación política y social de las mujeres mexicanas a través de la historia como en el movimiento de Independencia, la lucha contra la Invasión norteamericana, las guerras de Reforma, la Intervención francesa, la Revolución mexicana y la etapa posrevolucionaria, entre otros, existe un gran desconocimiento de su participación. Algunas feministas llaman a las heroínas mexicanas “las invisibles”, porque han transitado la historia sin ser percibidas. 

Las formas de participación política han sido diversas; por ejemplo, las encontramos al frente de ejércitos combatiendo contra los españoles o contra invasores norteamericanos o franceses. También como parte de los servicios de información alertando a los insurgentes, liberales o revolucionarios sobre las posiciones y actividades del enemigo. Como propagandistas, periodistas, militantes políticas y finalmente en la primera mitad del siglo XX como sufragistas y feministas luchando por la igualdad de las mujeres en el trabajo, los sindicatos, los cargos públicos y los puestos de elección popular. 

En la historia de la participación política de las mujeres su rol de liderazgo está supeditado a los dirigentes varones. Es en la época de Porfirio Díaz que los problemas específicos de las mujeres empiezan a darse a conocer y se demanda que se incorporen a los programas de los partidos políticos del momento. 

Los problemas de las mujeres en la época de la Revolución mexicana y la etapa posrevolucionaria se relacionan con los derechos de las mujeres: 

• A votar y ser votada. 
•  Al trabajo, lograr independencia económica, poder ejercer todas las profesiones y ganarse la vida; además de que se respetarán las leyes laborales que otorgan igualdad entre hombres y mujeres y mejores condiciones de trabajo (guarderías, jornadas menores, etcétera). 
• A la educación de las mujeres, apertura de la educación secundaria, bachillerato y universitaria. 
• A la militancia política, libertad para participar en las organizaciones políticas y sindicales con el derecho a votar y ser votada. 
• Combatir las costumbres que discriminan a las mujeres. 
• El control de la natalidad y el derecho de las mujeres a controlar sus cuerpos y el ejercicio de su sexualidad. 
• La reconquista de la autonomía en relación con la responsabilidad social de las mujeres de ser madres y reproductoras de la especie humana. 

Dentro de la historia se observa que la participación de las mujeres se ubica en dos vertientes, por un lado, las luchas por las transformaciones generales de la sociedad, y por otro, las luchas con las demandas propias de las mujeres. 

Las mujeres en su participación política reciente se han enfrentado a obstáculos en los diferentes partidos políticos que hacen necesaria la instrumentación de políticas públicas ante la discriminación al interior de los partidos, resultado de estereotipos culturales implantados por nuestra propia sociedad.